jueves, 4 de marzo de 2010

Hable Con Ella


Marco y Lydia están sentados por separado en un concierto privado de Caetano Veloso. Mientras un público reducido y respetuoso le escucha cantar con fragilidad, Lydia se fija en Marco, que está pensativo y emocionado.


Se le escapan lágrimas, como siempre que va a ver un espectáculo que de alguna manera conecta con él, y decide marcharse discretamente de allí.


Camina despacio, reflexivo. Se seca las lágrimas, saca un cigarro y se lo lleva a la boca. Lo va encendiendo mientras llega hasta unas vallas de madera que delimitan el jardín.


Se queda de pie, fumando, contemplando la calma de la noche costera. Lydia se le acerca por detrás y le abraza sin darle la vuelta, sin decir nada, apoyando la cabeza en su espalda.


Marco ni se sorprende ni necesita mirarla, la ha identificado con naturalidad por el abrazo.

MARCO: Este Caetano me ha puesto los pelos de punta…
LYDIA: Marco, siempre he querido preguntártelo. ¿Por qué lloraste la noche que te conocí, después de cazar al bicho?
MARCO: Me trajo muchos recuerdos.
LYDIA: ¿Qué recuerdos?

Mientras habla, Marco exhala el humo de su cigarro.


MARCO: Hace años también tuve que cazar otra culebra. Estábamos en África. Ella padecía tu misma fobia, y esperaba fuera de la tienda. Horrorizada, indefensa, y completamente desnuda.

Lydia escucha la historia con atención, aún apoyada en la espalda de Marco, pero él decide darse la vuelta para poder hablar mirándola a los ojos.

MARCO: …porque había descubierto al bicho mientras dormíamos.

Lydia le acaricia la nuca y pega su nariz a la de Marco, cariñosamente.


LYDIA: ¿Era la misma mujer por la que dormiste en el salón?

Ella le besa, aunque él aún parece algo distante.

LYDIA: Odio a esa mujer…


Marco responde susurrando.

MARCO: Hace años que no la veo.
LYDIA: Peor… ¿qué puedo hacer para que la olvides?
MARCO: Justo lo que estás haciendo.

Los dos se besan. Primero con cautela, casi fríamente. Después con necesidad, como si se acabaran de dar cuenta de lo que ese beso significa.



'Hable Con Ella', escrita y dirigida por Pedro Almodóvar en 2002.

domingo, 28 de febrero de 2010

Quemar Después De Leer


Osbourne ve por el retrovisor de su coche cómo Chad, vestido de chaqueta y corbata para la ocasión, se baja de su bicicleta y la aparca. Le sigue con la mirada hasta que, silenciosamente, se mete en el coche. Osbourne le observa con cierta indignación.


Chad le mira y de pronto entrecierra los ojos para hacerse el misterioso.


CHAD: ¿Osbourne Cox?
OSBOURNE: Y usted debe de ser el señor Black…
CHAD: Sí, el mismo…

Chad habla forzando un tono frío e inexpresivo. No es capaz de sostenerle la mirada.

CHAD: ¿Tiene el dinero?

Chad vuelve a mirar a Osbourne y recuerda que debe entrecerrar los ojos.


OSBOURNE: ¿Los cincuenta mil dólares?
CHAD: Eso fue lo que acordamos, Osbourne Cox…
OSBOURNE: Bien, voy a dejarle las cosas claras, señor Black. Usted sabe quién soy yo y yo quién es usted.
CHAD: Tal vez… pero las apariencias engañan. A veces…


OSBOURNE: Ya. Lo que está haciendo se llama chantaje, y es un delito grave. Eso en primer lugar.

Chad se pone nervioso. La negociación no está siendo tan sencilla como él esperaba.


CHAD: Las apariencias… engañan a veces… soy un simple buen samaritano, que por casualidad…

Osbourne le interrumpe y alza la voz.

OSBOURNE: En segundo lugar, la difusión no autorizada de esa clase de material es un delito federal. Si se le ocurriera llevar a cabo su amenaza le caería encima tal chaparrón de hostias y consecuencias, amigo mío, que su cabeza de chorlito daría más vueltas que las ruedas de su bicicleta Swing aparcada ahí detrás.


Chad ríe para intentar dejar a Osbourne como un idiota.

CHAD: ¿Cree que es una Swing?


OSBOURNE: ¡Venga, dame el disquete de los huevos, o el CD, o lo que coño hayáis cogido, y me largo de una puta vez!
CHAD: ¡Cuando tú nos des el dinero, capullo!

Osbourne le da un puñetazo decidido en la nariz. Chad parece no creérselo. Tiene un poco de sangre. Se acerca la mano despacio, se la toca, y al comprobar que está sangrando comienza a bajarse del coche, dolido y humillado.


CHAD: ¡Que te jodan!
OSBOURNE: ¡Dámelo, joder!
CHAD: ¡Hijoputa!
OSBOURNE: ¡Ahora sé quién eres, cabrón!


Osbourne arranca el coche.

CHAD: ¡Cabrón tú!


'Burn After Reading', escrita y dirigida por Ethan y Joel Coen en 2008.

Martín (Hache)


Hache acaba de terminar de ver una película dirigida por su padre en el televisor. Dante se acerca con una cafetera en la mano a preguntarle qué le ha parecido.

DANTE: ¿Qué tal?
HACHE: Está muy bien. Un poco vieja, pero bueno, está hecha hace diez años.
DANTE: Sólo los clásicos no envejecen. Pero tu padre no ha hecho ningún clásico; no es un genio. Él es sólo un buen artesano que sabe narrar. Y no lo digo como crítica, es un elogio. Son muy pocos los que han llegado a eso. Son muy pocos los que respetan el oficio que han elegido.

Dante le sirve café a Hache.

DANTE: ¿A ti nunca te dio por el cine?
HACHE: No, nunca.
DANTE: ¿No has pensado nunca en seguir los pasos de tu padre? Es casi una regla.


HACHE: Nunca. Me gusta verlo, voy bastante seguido, pero nada más.
DANTE: Me encantaría que te diera por ahí sólo para ver la cara de Martín al comprobar que eres mejor que él. Si te da por ahí, no tengas miedo de competir con Papá. Si hicieras cine, serías mejor que él.
HACHE: ¿Por qué mejor?


DANTE: El cine importa cuando habla de la gente, y tú ves a la gente. Pero tu padre no ve a nadie más que a sí mismo.
HACHE: No sé si…
DANTE: No quiere ver ni quiere que le vean. Sus películas tienen su estilo, sí, pero él no está en ninguna. Su corazón no está en ninguna.
HACHE: A lo mejor yo soy igual.

Dante se levanta y le da un énfasis orgulloso a su discurso.

DANTE: ¡Y una leche! ¡Tú eres un lúcido total igual que yo! Tú ves a la gente de entrada tal cual es aunque no se quieran mostrar. En cuanto conoces a alguien, sabes quién es. Y lo que sí que luego te demuestra que casi nunca te equivocas. Eras así ya desde pequeñito, y eso no se pierde. Porque es un don, una percepción, intuición femenina o lo que coño sea, pero si lo tienes, lo tienes.


HACHE: ¿Por qué femenina, la intuición?
DANTE: En mi caso no hay duda. En el tuyo está por verse.

Hache bromea haciendo una pose amanerada.


HACHE: ¿Qué somos? ¿El hombre de los rayos X?
DANTE: No, somos los invasores. Porque cuando los lúcidos se encuentran, se reconocen. Los invasores se daban cuenta porque tenían el dedito duro, y nosotros por la muñeca nivelada.


'Martín (Hache)', escrita por Adolfo Aristarain y Kathy Saavedra y dirigida por Adolfo Aristarain en 1997.

Cómo Ser John Malkovich


Lotte, confundida tras probar la experiencia John Malkovich la noche anterior, va a ver a Craig a su oficina de bajos techos en la planta séptima y media. Irrumpe de pronto en un cuarto donde están Craig y Maxine llamando a un periódico para poner un anuncio.

CRAIG: ¡Lotte!
LOTTE: Hola… he oído tu voz.
CRAIG: ¿Qué haces tú aquí?

Se forma un silencio incómodo y Lotte lo rompe señalando a Maxine.

LOTTE: ¿Es tu socio? Es guapa. Tenía que repetir el viaje de John Malkovich, ¿entiendes? ¿Es ella?
MAXINE: Hola. ¿Eres la mujer de Craig? Encantada…


Lotte se acerca sonriente al escritorio y le estrecha la mano a Maxine.

CRAIG: Lotte, Maxine. Maxine, Lotte.
LOTTE: ¿Tú ya has hecho lo de John Malkovich?

A Maxine le responden al otro lado del teléfono.

MAXINE: Eh… sí, hola, quiero poner un anuncio. ¿Alguna vez ha deseado ser otra persona? No, eso es el anuncio, pero si quiere luego hablamos. Ah… ¿alguna vez ha deseado ser otra persona? Ahora puede hacerlo. Visite J.M.

Lotte le hace gestos a Craig para que vayan a hablar a un rincón.

MAXINE: J.M., edificio Mertin Flemmer,...


CRAIG: Deberías estar en la tienda…

Lotte se aparta en pelo de la cara y respira algo nerviosa. Le cuesta decir lo que le quiere decir a su marido.

LOTTE: No puedo dejar de pensar en la experiencia que tuve anoche, Craig… fue algo increíble.

Craig asiente incómodo.

LOTTE: He decidido… que soy una transexual. Ya sé que te parecerá una locura, Craig…
CRAIG: ¡Joder! ¿Estás chiflada?
LOTTE: ¡No! ¡Sólo que por primera vez todo parecía estar en su sitio! Tengo que asegurarme, pero si sigo sintiéndome igual hablaré con el Doctor Feldman sobre la posibilidad de un cambio quirúrgico de sexo.


CRAIG: ¡Eso es absurdo! Además, Feldman es alergólogo, ¡así que si vas a hacer algo, hazlo bien! Lo hemos hablado cientos de veces, se te ocurren ideas estúpidas y luego actúas de forma estúpida. O sea, que olvídalo.

Lotte comienza a derrumbarse ante la falta de comprensión de Craig y le van aflorando las lágrimas. Él le presta más atención a Maxine que a su mujer.

LOTTE: Es que, verás… ¡sabes que el Doctor Feldman me cae muy bien, así que pensé que le pediría su opinión! ¿Por qué te parece eso algo tan terrible? ¿Por qué me gritas siempre de ese modo?
CRAIG: Cielo, cielo, por favor, lo siento, ¿de acuerdo? Es sólo una fase. Es por la emoción de mirar a través de los ojos de otro. ¿Vale? Se te pasará.


LOTTE: No te entrometas en mi realización como hombre.


‘Being John Malkovich’, escrita por Charlie Kaufman y dirigida por Spike Jonze en 1999.

jueves, 25 de febrero de 2010

Punch-Drunk Love


Barry y Lena se disponen a hacer el amor por primera vez en la cama de un hotel de Hawaii. Mientras se besan despacio, con las caras pegadas, intercambian suave y dulcemente palabras de amor.

BARRY: Perdona. Me he olvidado de afeitarme.
LENA: Tienes una cara adorable. Y tu piel, tus mejillas, quiero morderla. Quiero morderte la mejilla y masticarla, qué mona es, joder.

Barry no parece especialmente desconcertado.

BARRY: Miro tu cara y me entran unas ganas enormes de aplastártela. Me entran ganas de destrozarte la cara con un mazo y de aplastártela. Eres preciosa…
LENA: Quiero masticarte la cara y quiero sacarte los ojos… y comérmelos. Quiero masticarlos y chuparlos.

Barry asiente, con su cara muy cerca de la de Lena.

BARRY: De acuerdo… esto tiene gracia.
LENA: Sí…
BARRY: Es muy bonito…

Los dos se besan.


Barry considera oportuno hacer una confesión.

BARRY: Destrocé los lavabos de aquel restaurante… lo siento.


'Punch-Drunk Love', escrita y dirigida por Paul Thomas Anderson en 2002.

Closer


ANNA: ¿Por qué te has vestido?
LARRY: Porque creo que quizá estás a punto de dejarme y no quería que me pillases en bata. Me he acostado con alguien en Nueva York. Una fulana. Lo siento.
ANNA: ¿Por qué me lo cuentas?
LARRY: No te puedo mentir.
ANNA: ¿Por qué no?
LARRY: Porque te quiero.

Anna esquiva la mirada de Larry como avergonzada, casi como si fuese ella quien estuviera confesando la infidelidad. Camina hasta el otro extremo del salón y se sienta junto a la chimenea.

ANNA: No importa.
LARRY: ¿En serio? ¿Por qué?

Larry sospecha que Anna se está callando algo que no se atreve a confesar. Camina despacio hacia ella.

LARRY: Te pasa algo. Dime. ¿Vas a dejarme?

Anna le mira y asiente con la cabeza mientras vuelve a apartar la mirada.

LARRY: ¿Por esto?

Anna niega con la cabeza.

LARRY: ¿Por qué?
ANNA: Dan.

Larry se queda helado, casi inexpresivo.

LARRY: Cupido… es nuestro chiste…
ANNA: Le quiero.
LARRY: Te estás viendo con él…

Anna, cabizbaja, asiente.

LARRY: ¿Desde cuándo?
ANNA: Desde mi exposición el año pasado… soy asquerosa…
LARRY: Eres un fenómeno. Eres lista. ¿Por qué te casaste conmigo?
ANNA: Dejé de verle para que lo nuestro funcionase.
LARRY: ¿Por qué me dijiste que querías tener hijos?
ANNA: Porque los quería…
LARRY: ¿Y ahora quieres tener sus hijos?
ANNA: Sí… no lo sé.
LARRY: Pero… somos felices… ¿no es así?

Anna mira a Larry como pidiéndole que sea realista.

LARRY: ¿Vas a vivir con él?
ANNA: Tú quédate aquí si quieres…
LARRY: Oye, a mí el botín me importa una mierda. Me la jugaste el día que nos conocimos, dejaste que me ahorcara para divertirte, ¿por qué no me lo has dicho cuando he entrado por la puerta?
ANNA: Tenía miedo…
LARRY: Eres cobarde y una puta mimada.

Se forma un silencio incómodo. Anna no parece querer responder al insulto. Se levanta y se acerca a Larry.


LARRY: ¿Te has vestido por si yo te pegaba? ¿Por quién me has tomado?
ANNA: Ya me han pegado otras veces.
LARRY: Yo no. ¡Nunca! ¿Y qué, folla bien?

Anna levanta la mirada. El cambio de conversación le sorprende y no le gusta.

ANNA: No me hagas esto.

Anna echa a caminar a través del salón. Larry la sigue.

LARRY: Contéstame. ¿Es bueno?
ANNA: Sí.

Los dos se detienen en la cocina. Anna saca algo de la nevera.

LARRY: ¿Mejor que yo?
ANNA: Diferente.
LARRY: ¿Mejor?
ANNA: Más tierno.
LARRY: ¿Qué quieres decir?
ANNA: Ya lo sabes.
LARRY: Explícamelo.
ANNA: No.
LARRY: ¿Te trato como a una puta?
ANNA: A veces.
LARRY: ¿Y por qué será?
ANNA: Siento mucho que sea…
LARRY: ¡No lo digas! Joder, no me digas “eres demasiado bueno para mí”. Lo soy, pero no lo digas. Estás cometiendo el error de tu vida.

Larry se acerca a Anna y le agarra suave pero firmemente la cabeza.

LARRY: Me dejas porque crees que no mereces ser feliz, pero sí que lo mereces, Anna.

Larry retira sus manos y da un paso atrás.

LARRY: ¿Te has bañado porque te has acostado con él? ¿Para quitarte su olor? ¿Por qué te sientes culpable? ¿Cómo te sientes?
ANNA: Culpable.

Larry no puede evitar bajar la guardia por un momento.

LARRY: ¿Me has querido alguna vez?
ANNA: Sí.

Anna se acerca y le abraza. Él solloza en el hombro de ella, ella parece tomárselo como un abrazo por compromiso.


Larry, de pronto, da media vuelta y camina hacia los sofás del salón.

LARRY: ¿Lo habéis hecho aquí?
ANNA: No.
LARRY: ¿Por qué no?
ANNA: ¿Preferirías que sí?
LARRY: Tú dime la verdad.
ANNA: Sí, lo hemos hecho aquí.

Larry explora el salón con la mirada.

LARRY: ¿Dónde?

Anna, incómoda, señala un rincón.

ANNA: Allí.
LARRY: ¿En esto?

Larry camina hasta los sofás que señaló Anna.

LARRY: Aquí echamos nuestro primer polvo. ¿Pensaste en mí?

Anna no responde.

LARRY: ¿Cuándo? ¿Cuándo lo hicisteis aquí?

Anna sigue sin decir nada.

LARRY: ¡Contéstame a la pregunta!
ANNA: Esta tarde.
LARRY: ¿Te has corrido fuerte?
ANNA: ¿Por qué haces esto?

Larry camina decidido hacia ella. Anna se levanta del escalón donde estaba sentada, atraviesa la cocina y sube al dormitorio de la buhardilla, dándole la espalda.

LARRY: Porque quiero saberlo.
ANNA: Sí, me he corrido.
LARRY: ¿Cuántas veces?
ANNA: Dos.
LARRY: ¿Cómo?
ANNA: Primero me ha comido el coño y luego me ha follado.
LARRY: ¿En qué postura?
ANNA: Yo estaba encima, y luego me ha follado por detrás.
LARRY: Y entonces te has corrido por segunda vez…

Anna coge un bolso y un abrigo y vuelve a bajar las escaleras.

ANNA: ¿Por qué es tan importante el sexo?
LARRY: ¡Porque soy un puto cavernícola! ¿Te tocabas mientras te follaba?
ANNA: Sí.
LARRY: ¿Te masturbas para él?
ANNA: A veces.
LARRY: ¿Y él lo hace?
ANNA: ¡¡¡Hacemos todas las cosas que suele hacer la gente cuando folla!!!
LARRY: ¿Te gusta chupársela?


ANNA: ¡Sí!
LARRY: ¿Y te gusta su polla?
ANNA: ¡Me encanta!
LARRY: ¡¿Y que se te corra en la cara?!
ANNA: ¡Sí!
LARRY: ¡¿A qué sabe?!
ANNA: ¡Sabe igual que tú, pero más dulce!
LARRY: Así me gusta, gracias. Gracias por tu franqueza, y ahora vete a tomar por culo. Puta chiflada de mierda.


'Closer', dirigida por Mike Nichols y escrita por Patrick Marber (adaptando su propia obra de teatro) en 2004.

jueves, 4 de febrero de 2010

Los Tenenbaums, Una Familia De Genios


Royal Tenenbaum y sus tres hijos coinciden en una misma habitación por primera vez en décadas. Royal ha sido un padre desastroso y ellos unos hijos ejemplares que ahora apenas pueden darle crédito.

ROYAL: Os he echado muchísimo de menos, hijos míos. Pero ya lo sabéis, ¿verdad?

El encuentro es frío y distante. Richie y Margot están sentados en el sofá. Chas se mantiene al otro lado de la habitación, de pie, fingiendo que lee un libro.


MARGOT: Creo que te mueres.
ROYAL: Sí, eso me han dicho.
MARGOT: Lo siento.
ROYAL: Bueno, he vivido mucho.
RICHIE: No pareces estar enfermo, Papá.
ROYAL: Gracias.
RICHIE: ¿Qué te pasa?
ROYAL: Tengo un cáncer muy extendido.

Chas, en un arranque de cinismo, finge bostezar escandalosamente.

CHAS: ¿Cuánto vas a durar?
ROYAL: No mucho.
CHAS: ¿Un mes? ¿Un año?
ROYAL: Unas seis semanas. Pero dejad que vaya al grano. Vosotros y vuestra madre sois lo único que tengo y os quiero más que a nada, y...

Chas, dejando patente su nula empatía y compasión por su padre, finge que ríe a carcajadas.

ROYAL: ¡Chas, déjame acabar! Tengo seis semanas para reconciliarme con vosotros. Por eso estoy aquí. ¿Me dejáis intentarlo?
CHAS: No.
ROYAL: ¿Hablas en nombre de todos?

Chas sube despacio la mirada desde el libro que está hojeando.


CHAS: Hablo por mí mismo.
ROYAL: Bueno, ya has dado tu opinión, ahora deja que los demás den la suya.
MARGOT: ¿Y qué piensas hacer?
ROYAL: ...no lo sé, la verdad, supongo que compensaros de algún modo. Lo primero que quiero es llevaros a ver a vuestra abuela. Bueno, su tumba...
RICHIE: No he ido allí desde los seis años.
MARGOT: Yo no he ido nunca. Nunca me llevásteis a verla.
ROYAL: Bueno, no era tu auténtica abuela y yo no sabía que te interesara tanto, cielo. Pero esta vez estás invitada.
MARGOT: Gracias.
RICHIE: Rachel también está enterrada allí.
ROYAL: ¿Quién?
CHAS: Mi mujer.
ROYAL: ¡Oh, sí, es verdad! Bueno, habrá que pasar también por su tumba.

Chas cierra ruidosamente el libro que tenía entre las manos y sale del salón con pasos decididos y furiosos. Al pasar por delante de Royal, éste le extiende una mano, pero Chas se la abofetea sin aminorar el paso.



'The Royal Tenenbaums', escrita por Wes Anderson y Owen Wilson y dirigida por Wes Anderson en 2001.

jueves, 28 de enero de 2010

Lost In Translation


CHARLOTTE: Estoy perdida. ¿Eso tiene arreglo?
BOB: No.

Ella gira la cabeza y le mira, extrañada por el automatismo de la respuesta.

BOB: Sí. Ya se arreglará...
CHARLOTTE: ¿De veras? Fíjate en ti...
BOB: Gracias.

Ella se ríe.

BOB: Cuanto más sabes quién eres y lo que quieres, menos te afectan las cosas.
CHARLOTTE: Ya. Es que aún no sé lo que quiero ser. ¿Sabes? Quise ser escritora, pero odio lo que escribo. Intenté hacer fotos, pero eran muy mediocres. Todas las chicas pasan por una fase de fotógrafas. Y por querer un poni... ¿sabes? Y haces fotos tontas de tus pies...
BOB: Ya lo averiguarás. No te preocupes por eso. Sigue escribiendo.
CHARLOTTE: Pero es que soy mala.
BOB: Eso es lo bueno.

Cambian de postura en la cama y pasan de mirar al techo a mirarse a la cara.

CHARLOTTE: ¿Y el matrimonio? ¿También tiene arreglo?


Bob medita la respuesta.

BOB: Es difícil. Antes nos divertíamos. Lydia siempre venía conmigo a los rodajes y nos reíamos por cualquier cosa. Ahora se queda con los niños y tampoco necesita que... que esté con ella. Los niños me echan de menos, pero están bien. Todo se vuelve mucho más complicado cuando tienes hijos.
CHARLOTTE: Ya. Da miedo.
BOB: El día más aterrador de tu vida es el día en que nace tu primer hijo.
CHARLOTTE: Ya. Nadie te dice eso nunca.


BOB: Tu vida, la que conoces, se acaba. Y nunca volverá. Pero luego aprenden a caminar y a hablar, y... quieres estar con ellos. Y acaban convirtiéndose en las personas más deliciosas que conocerás en toda tu vida.
CHARLOTTE: Qué bonito...

Los dos dan cada vez más muestras de sueño.

BOB: ¿Dónde te criaste?
CHARLOTTE: Hmm... en Nueva York. Luego me marché a Los Ángeles cuando me casé con John, pero allí todo es distinto.
BOB: Sí, lo sé.
CHARLOTTE: John cree que soy una snob.

Los dos ríen un poco. Bob tiene su mano derecha cerca de los pies de ella. Parece dudar, pero acaba posándola sobre ellos. Charlotte no parece inmutarse. Bob mueve un poco el dedo índice.


BOB: Eso tiene remedio.


'Lost In Translation', escrita y dirigida por Sofia Coppola en 2003.

lunes, 25 de enero de 2010

Persépolis


Marjane lleva una temporada exiliada de Teherán, viviendo en Viena. En una fiesta un chico la llama Marie-Jeanne y le pregunta de dónde es. Ella decide mentirle y le dice que es francesa. Poco después, de vuelta a casa, materializa sus remordimientos como si la sombra de su abuela caminara detrás de ella.


ABUELA: ¿Así que eres francesa?
MARJANE: Abuela, déjame en paz.
ABUELA: Sólo era una pregunta, no sabía que eras francesa, eso es todo.
MARJANE: ¿Crees que aquí es fácil ser iraní? La gente me mira como si fuese salvaje.

La sombra de Marjane se detiene y se da la vuelta.

MARJANE: Creen que somos unos fanáticos gritando y peleando unos con otros.
ABUELA: ¿Es esa razón suficiente para renegar de tus orígenes?

La sombra de su abuela se cruza de brazos. Marjane baja la cabeza.


ABUELA: Recuerda qué te he dicho. Sé siempre íntegra contigo misma.

Marjane sigue caminando sola y cabizbaja por las calles de Viena...



'Persépolis', escrita y dirigida por Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud en 2007, basada en el cómic autobiográfico homónimo de Marjane Satrapi.

jueves, 21 de enero de 2010

Eternal Sunshine Of The Spotless Mind


Joel, reviviendo uno de sus primeros recuerdos junto a Clementine, va a verla a la librería donde trabaja. Ella está ocupada, pero se alegra de verle.

JOEL: Hola.
CLEMENTINE: ¡Hola! Creía que no volverías a dar la cara. Pensé que te sentirías... humillado. Al fin y al cabo saliste huyendo.
JOEL: Necesitaba verte, y...
CLEMENTINE: ¿Sí?
JOEL: Me gustaría... invitarte a salir.


A su alrededor, los carteles y las portadas y lomos de los libros se van volviendo blancos.

CLEMENTINE: Estás casado.
JOEL: Aún no. No estoy casado. No, no lo estoy. No.


Clementine ríe, como forzándose a hablar con chulería para no bajar la guardia, por más que le gustaría tratar a Joel de otra manera.

CLEMENTINE: Pues tío, te lo diré sin rodeos, salgo muy cara. De modo que no pasaré con pies de plomo por tu matrimonio o por la relación que tengas. Si quieres estar conmigo, será conmigo.


Clementine camina hacia otra estantería de libros. Joel reflexiona, asimilando lo que ella le acaba de decir.

JOEL: Vale.
CLEMENTINE: Muchos hombres creen que soy un concepto, o que quizá les complemento, o que voy a darles vida. Sólo soy una mujer jodida que busca su paz de espíritu. No me asignes la tuya.


El tono de la conversación cambia de pronto. Ya no son Joel y Clementine en aquella situación en la librería, ahora son Joel y su imagen de Clementine, conscientes de que están reviviendo un recuerdo pasado que está siendo borrado.

JOEL: Recuerdo muy bien ese discurso.
CLEMENTINE: Te tenía clichado, ¿eh?
JOEL: Tenías clichada a la raza humana.
CLEMENTINE: Hmm... es posible.
JOEL: Seguía creyendo que me salvarías la vida. Incluso después de eso.


Clementine, como en un gesto de compasión simpática, le pone la mano en la cara a Joel.

CLEMENTINE: Lo sé.


Joel baja la mirada.

JOEL: Sería diferente. Si pudiéramos volver a empezar...


Ella se acerca a él y le agarra por los hombros.



CLEMENTINE: Recuérdame. Inténtalo de verdad. Y quizá podamos.


Clementine se pone de puntillas hasta casi besar a Joel. E, instantáneamente, desaparece.



'Eternal Sunshine Of The Spotless Mind' (también conocida en España con el horripilante título de '¡Olvídate De Mí!'), escrita por Charlie Kaufman y dirigida por Michel Gondry en 2004.