viernes, 14 de enero de 2011

Conocerás Al Hombre De Tus Sueños

Sally abre la puerta de su casa y Helena entra cargada de energía en un momento inoportuno.

HELENA: ¿Os molesto?
SALLY: Mamá, ¿es que no puedes llamar alguna vez antes de venir? Tengo un dolor de cabeza horrible.
HELENA: Pues las migrañas…
SALLY: Sí, ya conozco las migrañas. Y necesito cambiar mi vida.

Helena entra y las dos recorren el pasillo hasta el salón.
HELENA: No deberías trabajar, deberías formar una familia…
SALLY: Ahora no tengo ganas de hablar de eso, Mamá.
HELENA: Vengo a compartir una visión alucinante. He pasado dos horas con Cristal Del Giorno, dos horas fascinantes,…

Sally intenta interrumpir a su madre en cuanto nombra a la supuesta adivina a la que visita.

SALLY: ¡No estoy de humor para discutir nada de eso en este momento!

Helena vuelve a ignorar a Sally y, al ver que ella se dispone a beber de un vaso con whisky, coge la botella de una mesa.

HELENA: ¿Puedo servirme una copa? Me encanta vuestra marca de whisky. Y eso que yo no soy bebedora de whisky…
Sally le da permiso mediante gestos mientras bebe de su vaso. Roy, su marido, entra en el salón.

ROY: Bueno, ya está. Han rechazado mi novela.
SALLY: Oh, Roy…
ROY: Sí, no creen que funcione. “No es mi mejor trabajo, vuelve a intentarlo”,…
SALLY: ¿Después de tanto tiempo dejándote… así, dejándote colgado?
ROY: No puedo intentarlo más, es todo lo que hay en mí.
Roy bebe de una botella de cerveza.

SALLY: Les dejaste leer fragmentos y… y parecía gustarles.
ROY: Sí, en fragmentos les gustaba, pero el libro entero…
HELENA: ¿Puedo describiros una verdad?
SALLY: ¿Qué? ¿Qué pasa?
HELENA: Bueno, yo sé, yo,… ya sé que os reiréis de esto porque Roy tiene una mente muy científica, pero resulta que yo ya he vivido antes.

Sally interrumpe a su madre y sale del salón. Roy se pasa las manos por la cara intentando contenerse.

SALLY: Ah, no. No, Mamá. No.
HELENA: ¡Ya he existido en otras reencarnaciones! Cristal está convencida.
ROY: Mira, Helena, ahora no estoy de humor para esas chorradas, ¿de acuerdo? No, no, no, ¡ahora no!
Roy sale del salón y Helena le sigue sin dejar de hablar.

HELENA: Pero estarás de humor cuando comprendas la importancia de ese hecho, porque si me ocurre a mí, le ocurre a todo el mundo, a ti también.
ROY: Hazla callar, Sally, o la mataré.

Sally vuelve del dormitorio en albornoz e intenta tranquilizarles a los dos.

SALLY: Oye, no nos pongamos groseros. Mamá, acaban de darle malas noticias…
HELENA: ¿Te refieres al rechazo de ese librito? ¡Yo intenté prepararte, Cristal lo predijo!
ROY: Estaba seguro de que el libro funcionaría, ¿tan ciego estoy con mi propia obra?
HELENA: Cristal dice que tu futuro no está en las artes…

Roy no aguanta más las habladurías de Helena, y la señala mientras le grita a Sally.
ROY: Sally, sácala de aquí, ¡fuera!
HELENA: ¿Qué tiene de malo la medicina? ¡Tienes una carrera! Si escribir no está en tu futuro, la medicina es un modo decente de ganarse la vida.
ROY: Vamos a ver, ¡¿eres corta?! Yo jamás voy a ser médico, ¿vale? Eso ya pasó hace años, ¡¿vale, entendido?! En fin, quizás… seré chófer, o mensajero. Tu hija hizo una mala boda. ¡¿Quieres largarte, joder?!
Sally y Roy vuelven a entrar al salón.

SALLY: ¿Cómo puedes decirle que se vaya cuando es ella la que paga el alquiler?
ROY: ¡Ya estoy harto de oír eso, se lo devolveré! ¡Se lo devolveré todo!
SALLY: ¡¿Cómo?! ¡¿Cómo se lo devolverás?! ¡¿Qué vas a hacer, robar un banco?! Oye, estoy harta y cansada de quedarme sentada viendo evaporarse mi vida mientras tú intentas demostrar algo.

Helena vuelve al salón con un vaso en la mano para servirse un poco de whisky, ajena a lo cargados que están su hija y su yerno.
HELENA: Todo es inútil, Cristal dice que no es su momento.
ROY: Arcadia era la única interesada, pero son muy entendidos, así que seguro que no funcionará. ¡Cristal tenía razón, debo reconocerlo, fui un fenómeno de un solo libro!
HELENA: Cristal también dijo “en un futuro lejano”. Quizá se refería a otra vida.

Sally salta del sillón, más irritada que nunca.

SALLY: ¡Mamá! ¡¿Quieres callarte?! ¡Cuando bebes… hablas… sin parar! Joder, la cabeza me mata…

Sally camina con una mano en la frente al otro lado del salón para tomar un medicamento.
HELENA: ¡He bebido un poco, sí, para celebrar el milagro! ¿Tan horrible es? Vengo aquí con… con buenas noticias que hacen todo esto insignificante dentro del gran esquema de las cosas. Bueno… yo sólo digo que no sólo se vive una vez, ¡vivimos una y otra vez!

Sally y Roy la miran. Ella harta y él cada vez más cargado. Helena vuelve su discurso más serio y sentido.

HELENA: Cristal dice que existí en la Inglaterra isabelina. ¡Yo sólo digo que hay esperanzas de que quizá Roy escriba otro libro! Pero en una encarnación futura.
Roy no aguanta más. Le quita a Helena su vaso de whisky y lo lanza con rabia a la pared opuesta del salón.

ROY: Eres… ¡oh, tengo que largarme de aquí!

Helena se queda impresionada y dolida, y Sally se acerca al otro lado del salón para ver cómo Roy se marcha pegando un portazo. Se lleva una mano a la frente, superada por la situación y el dolor de cabeza. Su madre se le acerca.
SALLY: Dios mío… ya no puedo más. No puedo con este matrimonio.
HELENA: Déjale ir, déjale ir, déjale ir… puedes tener algo mejor. Mira, Cristal dice que ese hombre para el que trabajas, ese que te gusta tanto… dice que no lo descartes.
Helena le da un beso maternal en el pelo a Sally para intentar tranquilizarla.



‘You Will Meet a Tall Dark Stranger’, escrita y dirigida por Woody Allen en 2010.

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